Juntos pero no revueltos. Los dos candidatos presidenciales estadounidenses participaron en algo parecido a un debate, aunque con un formato particular.
No tuvieron que afrontarse. Primero respondió uno y después el otro, a bordo del viejo portaaviones "Intrepid", anclado en Nueva York, a cuestiones militares. Clinton volvió a defenderse de los famosos correos cuando estuvo al frente del Departamento de Estado.
Más información.
Comentarios
Publicar un comentario