Cuando se intenta abrir una línea de metro en Roma ocurren cosas inesperadas: a más de 17 metros de profundidad, los obreros se han topado con un acueducto romano construido tres siglos antes de Jesucristo, el más antiguo encontrado nunca en la capital italiana.
Las obras del metro también han permitido descubrir una tumba con 3000 años de antigüedad, pero la importancia de este acueducto, de 2 metros de alto y 55 centímetros de ancho, es mucho mayor.
Más información.
Comentarios
Publicar un comentario